No, David Fincher. No. Quien sabe si vayas a correr con la misma suerte que los infiltrados de Scorcesse y los débiles desterrados de Ethan y Joel (las minúsculas son nuestras). Pero, si por fin la academia de hollywod te otorga el oro desnudo y empalado, pues no va a ser por tu mejor película, como ocurre con todos. Aunque, finalmente, ni que llevaras tantas películas buenas, ¿o qué?
Qué lástima que el trailer de tu película de casi tres horas sea más padre. Pero es lógico, está muy cabrón que un resumen de tres minutos aburra proporcionalmente a su versión larga y completa. Sin embargo, te faltó decirle al editor del avance para cines que no fuera un culero y no pusiera lo único chido que había.
Se te olvidó, además, ponerle algo de cine a tu cuentote. Porque estoy seguro que F. Scott Fitzgerald tuvo más imaginación pa contar lo mismo (y, a lo mejor, otras cosas que no te cupieron), y con recursos literarios que ps o no pudiste o te dio hueva o quién sabe por qué chingados no tradujiste a metáfora visual, sonora, o al menos algún resquicio de sugerencia cinematográfica. ¿Qué a poco salía mucho más caro de lo que finalmente salió?
No te costaba nada, pues. Capitán Achab es infinitamente mejor adaptación literaria que tu Benjamin Button. Y ha de haber costado mucho menos.
Vuelve a la hiperexpresividad del viejo Fight Club (paradójicamente, mucho más moderno que esto último tuyo), de veras que no te ha de costar nadita. A mí que me importa una historia chida, si lo que quería ver era una película.
Ojalá te saques el Oscar para que tu carrera termine. Y, si continúa, que sea como con los Cohen y su derroche de absurdo cinismo sarcástico cómico. Sí, que sea con un derroche expresivo y estilístico. Si se puede, con el mismo Brad Pitt, vestido de rebede sin causa. Mejor todavía, que repitas a Tilda Swinton, que no necesita que la dirijas. Porque, repito: ni que fueras tan buen cineasta.