viernes, 14 de noviembre de 2008

Poquita muestra




En medio de una disyuntiva, hemos de dividir nuestro tiempo entre completar carpeta de proyecto de cortometraje y asistir, como deber de estudiantes de cine, a ver películas. De lo poquito que podemos invertir en esta última actividad, supuesto perogrullo -harto difícil de cumplir- de nuestra formación, aquí va una apreciación.

Entre los asistentes, "El latido del tambor" generó al menos una inquietud: "¿Soy yo, o el actor es igualito a Jackie Chan?"

Pues sí.

Como 'emergente joven promesa', Jaycee Chan actúa en esta película sobre un rebelde romeo, hijo de una conflictiva circunstancia: el mafioso de su padre forma parte de una banda de criminales enfrentada a las temibles y sangientas hazañas de un esquemático enemigo.

No ha dado tiempo de investigar los motivos para contar esta historia, donde el protagonista, apasionado de las percusiones rockeras, es alejado del universo del crimen para aprender la filosofía del tambor. Pero, para nuestros propósitos, el pretexto narrativo carece de interés y relevancia ante el asombro del artificio: un montaje preparado para unir, confrontar, asociar, y todo eso que el montaje permite, al latido del tambor con todo lo que el drama requiera. Además del evidente recurso de la banda de percusionistas zen como actores, todo aquello que parece convencional termina siendo terriblemente original gracias a la relación entre planos, cuyo orden y jerarquía motivan el espectáculo, al cual se suman todas las refelxiones filosóficas en torno a la apreciación del sonido como elemento de madurez y ampliación del panorama vital.

Entre la infinitamente reducida 'gente de prensa', quienes, a decir de Joaquín Rodríguez, "No tienen perdón del diablo, siendo capaces de no venir a la muestra pero llenar la premiere de James Bond", "Una dama para dos" provocó división de opiniones.

Entre nosotros, o sea quien escribe este blog y yo, la nueva película de Chabrol sugiere, por un lado, banalidades; mientras que, por el otro, causalidades.

Banalidades: En lugar de Natalie Portman y Scarlett Johansson, "La otra reina" debió ser protagonizada por Scarlett Johansson y Ludivine Sagnier. Además, si "Una dama para dos" hubiera incorporado el deporte del Tenis al drama, hubiera salido "Match point" pero 'en francais'.

Causalidades: Muy al límite, Chabrol fantasea con su perpetua Mme. Bobary, exterioriza como nunca las circunstancias mediatas y remotas de los personajes a través del vestuario, y condena al fracaso a la aristocracia al punto de la cárcel. Pero también juega a ser Fassbinder sin descaros y economiza los planos, en términos narrativos, con un cinismo genial.

Lo mejor, Benoit Magimel y Carolin Silhol. Esplendorosos talentos, de esos que tal vez ninguna academia vaya a reconocer.

Quien siga asistiendo con regularidad a la muestra, por favor contribuya a la difusión de sus perspectivas. A los estudiantes de cine nos es útil.

2 comentarios:

marichuy dijo...

Vieras que a mi si me gusto este filme del Chabrol.

Pero estoy completamente de acuerdo contigo en algo: Benoît Magimel es un actor estupendo; desde "La Pianista" me lo pareció. Y además, me parece muy atractivo; aunque me gusta más de castaño, rubio no tanto.

Love doctor dijo...

A mí me gustó LA dama cortada en dos, no parece? Chale.