martes, 26 de agosto de 2008

El corazón es un bosque obscuro, de Nicolette Krebitz.


Dice un amigo que cuando una película que no tiene la intención de ser realista desborda sus posibilidades, dices "pues bueno". Es decir, hay películas con moraleja, hay películas que buscan decir algo sobre el ser humano (lo que sea que esto signifique), hay películas no narrativas, películas desdramatizadas, películas sin trama, etc.

O sea, hay películas para todo. Hasta películas hechas por quienes no saben hacer cine. Aquí el riesgo está en hacer con el cine lo que no se hace con otro medio. Porque, generalmente, quienes no saben hacer cine y de todas formas lo hacen es porque han dejado de lado la actuación, la literatura, la química, la música, el teatro o la ingeniería.

Nicolette Krebitz era actriz, por ejemplo. Y puede ser que el distanciamiento sea uno de sus recursos favoritos, porque en El corazón es un bosque obscuro se plantean muchas y muy diversas formas de distanciamiento, en un rango de lo evidente a lo raro. Evidente gracias a la convención de salirse de la representación de una realidad para crear otro espacio de representación, y raro gracias a la ruptura con cualquiera de ambas representaciones de un modo abrupto y sin razón aparente.

Evidencias: La música se interrumpe ante una confusión entre lo que hace un personaje y lo que otro espera de él. Los personajes principales discuten entre paredes negras de un escenario no cotidiano, sino inventado, intencional y teatral hasta el hartazgo. El desdoblamiento de un engano se produce mediante el duplicado de escenografías.

Rarezas: A mitad de algo que sabemos está pasando realmente (no en otro espacio, sino en continuidad con lo planteado), ocurre algo que no podría suceder si no es por un acto de demencia: gatear encima de la mesa servida, con los invitados prestando atención a otra cosa, al desmadre. La ilegibilidad de este asunto no tiene razón a menos que represente esa demencia, sobre todo si tomamos en cuenta algo: desde poquito avanzada la trama se anuncia el final de tragedia griega entre la madre y sus hijas.

Estas retóricas, dluídas entre lo ilegible y lo intencional, no parecen ser simples arrebatos creativos de la directora. En una película donde el final no es predecible sino que se anuncia, y algunos recursos de distanciamiento son evidentes, algo de cine puede deducirse.

4 comentarios:

Love doctor dijo...

Advertencia, la protagonista de esta película es igualita a Alejandra Ambrossi.

Paxton Hernandez dijo...

Guácala.

Y sorry, la tragedia griega y el cine no se llevan bien...

:)

Paxton Hernandez dijo...

P.D. Alejandra Ambrossi pero en güera. :P

Psicanzuelo dijo...

Esta bueno, checa mi blog

http://psicanzuelo.blogspot.com/

porfa...